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Sobre deseos imposibles y sueños reales.

A veces es mejor dejar el genio dentro de la botella. Aunque suena seductora la idea de encontrarme con un ser mítico que me regalaría tres deseos, ya aprendí que el camino fácil muchas veces no es el más gratificante. Pensá conmigo: si la cosa que más querés en todo el mundo te fuese entregada en una bandeja de plata, ¿la apreciarías de igual forma?, ¿sería el mismo sentimiento que si hubieses trabajado duro para conseguirla?

Admito que si mañana un tipo grandote y azul apareciera en mi camino (no puedo dejar de imaginarlo como el genio de Aladdin, perdón) sería divertido pensar y elegir tres cosas que quiero mucho. La adrenalina de ver cosas soñadas volviéndose realidad en cuestión de segundos es fascinante. Sin embargo, también sé por experiencia propia que cuando tenemos una meta y ponemos cuerpo y alma en alcanzarla, llegar más allá es uno de los sentimientos más maravillosos que uno puede sentir.

Por ejemplo, claro que sería increíble despertarme mañana y descubrir que soy una escritora mundialmente conocida, la reina de los best-sellers, ¡JK Rowling un poroto! Pero me perdería de todo lo increíble que es terminar una nueva historia, sentirme orgullosa de ella, compartirla y ver la reacción de quien la lee.

Al fin y al cabo no hace falta un genio mágico, porque todas las veces que termino una nota ya me siento escritora. El resultado de tantas horas pensando, escribiendo, corrigiendo, intentando, todo eso es parte del proceso que me acerca a mis sueños. Probablemente será un camino más largo y arduo que el chasquido de los dedos del genio, eso seguro, pero sé que cuando despierte en una realidad en la que mis historias llegaron muy lejos voy a acordarme de cada paso dado y me sentiré completamente plena. Completamente feliz.

Entonces, por ahora, voy a seguir con el trabajo duro y esperando lo mejor. Y si mañana una botella de formato raro aparece en mi camino, en vez de frotarla haré el esfuerzo de salir corriendo.


 

Relato escrito por Regiane Folter. Puedes leer más textos como este aquí.

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