El bisturí hace un sonido sordo cuando lo apoyo en el recipiente a mi lado. Me quito los guantes manchados de sangre y corro el barbijo que usé durante la cirugía.
Ordeno el resto de mis instrumentos y salgo de la habitación para ir a mi despacho. La chica, aún en el quirófano, tardará algunas horas en despertar, y quiero estar ahí cuando lo haga.
Me siento en mi silla de cuero favorita, tras el escritorio, con una taza de té de limón, y abro una carpeta con la información de mi próximo paciente.
Santiago Bauza, 17 años. No debería ser difícil.
El tiempo pasa rápido. Cuando termino de leer el expediente, vuelvo al quirófano, pero me mantengo en la antesala, desde donde observo a la paciente. Recuerdo cuando llegó, cómo lloraba y gritaba, temerosa del bisturí que pronto la abriría.
Ahora también lloraba, pero ya no podía gritar. Ya nunca podría.
Y en algunas horas, tampoco podría respirar.
***
Las luces sobre mí no me permiten ver lo que me rodea, y por un momento no recuerdo dónde estoy.
Luego lo recuerdo todo.
La campaña de donación de sangre. El doctor, sonriente. La camioneta azul y el golpe en mi cabeza. El doctor, todavía sonriendo. Mis gritos antes de la anestesia. Y, finalmente, oscuridad.
Me levanto con dificultad de la camilla e intento pedir ayuda, pero ningún ruido sale de mi garganta. El miedo, una vez más, se apodera de mí, y con cada intento fallido de gritar, mayor es el dolor de mi garganta.
Cuando el mundo se empieza a oscurecer creo que se debe a las lágrimas que arrastran mi maquillaje; tarde entiendo que estoy por desmayarme. Todo se oscurece y lo último que escucho antes de perderme en la nada es mi cuerpo chocando contra el suelo.
***
De nuevo esa sonrisa.
Esa sonrisa superficial que no puedo alejar de mi mente. Esa sonrisa que veo incluso cuando cierro los ojos. Esa sonrisa que, incluso ahora, atada de pies y manos a una nueva camilla, con manchas de sangre seca, no puedo dejar de recordar.
Esa sonrisa que, incluso ahora, desangrándome en la oscuridad, no me abandona.
Relato original de Valentina García. Encuentra más historias como esta en Wattpad.